Convento e Iglesia de Santa Isabel


Francesc Xavier Parcerisa i Boada - Recuerdos y bellezas de España. Castilla la Nueva , II - 1852
Francesc Xavier Parcerisa i Boada - Recuerdos y bellezas de España. Castilla la Nueva , II - 1852

El convento monasterio franciscano de Santa Isabel de los Reyes fue fundado en 1477 por doña María Suárez de Toledo, más conocida con el sobrenombre de “María la Pobre” por la vida austera  y ejemplar que hacía. Era María hija de familia noble emparentada nada menos que con los Reyes Católicos y ello facilitó que Fernando el Católico que había recibido por herencia de su madre, Juana Enríquez, un conjunto de casas “muy principales del señorío de Casarrubios y de Arroyomolinos” conocidas como palacio de los Suárez de Toledo y Ayala las cediera a su tía segunda, doña María, para que fundara en ellas un monasterio.

 

Por razón de este patrocinio real, el monasterio, puesto bajo la advocación de Santa Isabel de Hungría, recibe el apelativo “de los Reyes”. También ayudó lo suyo a la fundadora el cardenal Mendoza “el tercer rey de España” que cedió un edificio mudéjar, antes ocupado por la iglesia de San Antolín para que las monjas establecieran allí su iglesia conventual. A este patrimonio fundacional se sumaron otras propiedades agropecuarias y urbanas que formaron un primer dominio monástico más que notable.

 

Las obras palaciegas medievales conservadas en la clausura son de estilo mudéjar, y de especial relieve son las yeserías y las armaduras de madera. Entre las primeras destacan las contiguas al claustro de los naranjos, al claustro de los Laureles y al Patio de la Enfermería. 

 

El patio recientemente restaurado por el Consorcio de la Ciudad de Toledo es el de la Enfermería. Este patio constituye el núcleo central del palacio edificado por Don Pedro Suárez de Toledo, hijo de Don Diego Gómez y Doña Inés de Ayala. Esta identificación se ha hecho gracias a la decoración heráldica que aparece en el alfarje de la galería baja del patio (El castillo de los Toledo y los cuatro lobos pasantes de los Orozco).

 

La cronología la fija Martínez Caviró entre 1374 y 1375. Las habitaciones de este palacio se distribuyen en torno al patio de planta ligeramente rectangular definido por columnas de ladrillo de planta octogonal.

 

En planta baja se conservan tres yeserías que dan acceso a los salones localizados en las crujías norte, sur y oeste. La tipología de dos de las tres yeserías es muy común en el mudéjar toledano, siendo el arco angrelado una de sus principales señas de identidad. El tipo de decoración de ambas, tanto del alfiz como del intradós, es vegetal, estimándose su fecha de realización en torno a la segunda mitad del siglo XIV.

 

En 1488 y con licencia de las monjas fue enterrada en este convento (en el coro de las monjas) la princesa Isabel de Castilla hija de los Reyes Católicos y reina de Portugal por su matrimonio con Manuel el Afortunado (sale en la serie “Isabel”) y ello fue motivo suficiente para que los reyes asignaran al convento una renta anual de 37.500 maravedíes que sirvieron a las monjas para trasformar las casas palacio en convento y acondicionar la vieja iglesia. El papa Alejandro VI (Borgia) otorgó las monjas otras gracias y privilegios.

 

"La portada de la iglesia que se abre en la nave del Evangelio, es del tiempo de los Reyes Católicos (hacia 1500) por los escudos reales que en ella aparecen, junto al de Sor María la Pobre. Presenta dos columnas rematadas en flameros que enmarcan un vano de medio punto decorado con el tema de la ova y el dardo; corona la portada una hornacina demedio punto con la imagen de Santa Isabel. Las puertas en madera tienen decoración de cuarterones y llevan herrajes muy elaborados con el AVE MARÍA, el águila de los Austrias y conchas (siglo XVII)”

 

A principios del siglo XVI, la iglesia mudéjar fue prácticamente reedificada, conservándose el ábside de la iglesia de San Antolín anterior. Se ignora el nombre de su arquitecto. Entre 1552 y 1573 se construyó el monumental retablo clasicista de la capilla mayor del que luego hablaremos y en el que trabajó el famoso arquitecto y escultor Juan Bautista Monegro.

 

La iglesia de santa Isabel es de una sola nave. La capilla mayor es gótica y el cuerpo de la iglesia tiene un artesonado arábigo, conociéndose aun en* sus arranques haber existido todo alrededor un bello friso de relieve que ha desaparecido debajo de la cal ó el yeso con que se blanquean en Toledo todos los edificios.

 

El retablo mayor que es de la época del renacimiento, presenta en sus intercolumnios ocho medallones de buena escultura que figuran pasajes del Testamento, rematando el quinto cuerpo con un Calvario. En los espacios exteriores de las columnas se ven varios santos y en el cornisamento los cuatro doctores de la Iglesia.

 

Este retablo es uno de los más apreciables que existen en Toledo en su género. A los lados del presbiterio hay otros dos pequeños de orden dórico con esculturas del buen tiempo: el de la Epístola representa el Nacimiento de san Juan Bautista y el del Evangelio el Bautismo del Salvador. En los áticos con que terminan se encuentran dos estatuas una de san Francisco y otra del padre Eterno.

 

A los pies de la iglesia hay también dos retablos: tiene el de la Epístola tres cuerpos corintios como los del mayor, y en sus intercolumnios encierra pasajes del Nuevo testamento en estimables relieves: el del Evangelio es igual en su distribución y sus formas, presentando también buenos medallones en los espacios de las columnas y elegantes estatuas, que no pueden menos de recomendar estas obras á los artistas. En el muro del coro se hallan empotradas cinco tablas, dos de las cuales nos parecieron bastante apreciables, no solo por su mérito artístico sino por la época á que pertenecen.

 

En el muro de la derecha no muy distante del altar mayor, hay una capilla consagrada á la encarnación con una reja de gusto plateresco, compuesta de dos cuerpos y adornada de balaustres el primero y de estípites y candelabros el segundo, rematando con un frontispicio dorado, á cuyos extremos se levantan airosos candelabros, que le sirven de acroterias.

 

Tiene esta capilla varios retablos y entre ellos uno de dos cuerpos con otro lienzo de diferentes tamaños, que son en nuestro concepto copias de otros buenos cuadros á que han debido sustituir en aquel sitio. La iglesia es bastante anchurosa en el interior, viéndose en el exterior exornada de cuerpos arábigos sobre-puestos que constan de bellos arcos de diversas formas.

 

Luego, los siglos pasaron lentos y no hemos recogido más noticias de la iglesia y convento que las huellas gráficas de las barbaries perpetradas durante la Guerra (in)civil de 1936 que destrozaron retablos y mutilaron imágenes tal como puede apreciarse en las fotografías y de algunas restauraciones posteriores llevadas a cabo en los años setenta del pasado siglo y más recientes que han permitido la ubicación y apertura del Museo en el antiguo Refectorio de las monjas.

 

Fuentes:

Manuel Martínez -

Toledo Pintoresca - José Amador de los Ríos 1845

Consorcio de Toledo