El Salto del Fraile

leyendas del Arroyo de la Degollada 3



Cada piedra de la imperial Toledo ó de sus cercanías, encierra una historia, ó cuando menos, una dición, ha dicho un eminente orador contemporáneo, entro y efectivamente, el viajero oye con gusto referir entre otras, las tradiciones que los guías le refieren La Peña del Rey moro, La Piedra blanca del Cristo de La Luz y La Piedra donde la Virgen María puso sus pies al venir á poner en persona la celestial casulla al prelado San Ildefonso.

 

Más de un episodio dramático acaecido en otra roca próxima á la ciudad, y algún episodio que los vecinos refieren al forastero y nadie más le hace mención que sepamos.

 

Al pie del enorme cerro del Valle y de su costado oriental, descúbrese sin gran esfuerzo una alta y pelada roca, que bien podría tomarse á céltico monumento. 

 

Por su parte baja discurre un arroyo de nefasto nombre, varias son las historias que refieren el origen de su nombre en todas ellas ocurre el dramático hecho aunque de distinta forma, esta corta historia narra y da origen tanto al nombre de la roca como del arroyo.

 

Corre de boca en boca "sin qué nadie sepa decir la fecha ni los nombres implicados" que desde aquella mole de piedra se precipitó un fraile "ignoramos si lego ó de misa" después de haber degollado á una mujer junto al poético arroyo que por entre imponentes peñas se desliza. Mujer acaso señora de sus pensamientos, que en mala hora desairara sus apasionados ruegos.

 

El hallazgo de los dos cadáveres próximos hizo sin duda conjeturar que el autor del horrible asesinato fué el religioso y que por esto se arrojó desde la peña que desde tiempo inmemorial lleva el nombre de "El Salto del Fraile".

 

El arroyo citado tomó el título que asimismo, desde aquel hecho, aún hoy lleva de "Arroyo de la Degollada"