Zocodover


Plaza de Zocodover - Paulino de la Linde - 1846 - Museo del Prado
Plaza de Zocodover - Paulino de la Linde - 1846 - Museo del Prado

La plaza de zocodover ha sido desde que hay memoria el centro de la ciudad, en ella se cerraban tratos, se juzgaba, se condenaba y ajusticiaba, se llevaron a cabo duelos y autos de fe. 

 

El origen del nombre Zocodover procede de una frase de Isabel la católica al ver el mercado que se formaba en la plaza, quien dijo "Es un bonito Zoco do ver" (Es un bonito mercado de ver ya que zoco significa mercado) algunos dicen que procede del árabe sūq ad-dawābb, que significa: mercado de bestias de carga. Pero el mercado de las bestias se encontraba en otra plaza cercana, en la plaza de las concepcionistas, mientras que en zocodover era un mercado de frutas, especias, cacharros, telas y demás mercaderías. El conocido mercadillo del martes, que ha continuado celebrándose en zocodover hasta mediados del siglo XX, y después en otros sitios (plaza mayor, paseo del miradero, paseo del carmen, paseo de Merchán).

 

Es cuando la antigua plaza fue destruida por un incendio el 29 de octubre de 1589 cuando se decide construir una nueva. En 1854 se traza un ambicioso proyecto, de la mano del técnico Santiago Martín Ruiz, para reorganizar la plaza de Zocodover, transformándola en una plaza porticada rectangular.

 

Varios debieron ser los intentos de ensanche de la plaza, aunque de estos dos son los que más destacan:

 

El primero y más antiguo data de época de los Reyes Católicos, aprobado por la misma Isabel de Castilla en 1502. La propuesta vino del mismo ayuntamiento toledano y se autorizó a todos sus órganos la remodelación de esta, visto que la otrora plaza era demasiado estrecha, y ya que el alcázar de Toledo carecía de una plaza apropiada se querían unir ambos hasta la fachada delantera del edificio. Para ello se elevaría un muro para superar el desnivel hasta el postigo de San Miguel y también quedaron regladas sus características, entre la que destacamos la construcción de los típicos soportales de arquitectura castellana. Nunca se llegó a poner en práctica tan colosal obra, ya que teniendo en cuenta las posibilidades técnicas de la época y el elevado desnivel desde Zocodover hasta la fachada principal del alcázar, 23 metros de altura, la dificultad se hacía muy gravosa sumando a esto el hecho de que para poder rebajar el terreno habría que haber excavado en roca viva.

 

El segundo ensanche sí se realizó y data de comienzos del siglo xvii. Este consistió en el derribo de una serie de viviendas de poco valor que parece ser dificultaban la visión total de Zocodover desde su parte superior hasta la inferior y viceversa. Nunca se realizaron más soportales y probablemente este hecho se deba a que no se quería quitar metros a la plaza. En la actualidad Zocodover es uno de los lugares de la ciudad donde se llevan a cabo multitud de actos y festejos, así como también sirve de popular punto de encuentro y disfrute de los toledanos y sobre todo paso obligado para los miles de turistas que jalonan las calles del casco histórico durante todo el año.

 

De zocodover hay una frase que dice:

Tú fuiste la cuna del habla castellana,

tan sonora, tan magnífica y severa: en tu plaza de Zocodover el franco y el

navarro, el aragonés y el castellano, el mozárabe y el moro se ajumaron para

celebrar sus tratos y contratos , y fuiste la feria del mundo ,articulandose

bajo tus arabescos soportales.