El Estudiante

leyendas del Arroyo de la Degollada 2


Son varias aunque similares las leyendas sobre este sitio, Esta narra un episodio más de las historias de amores imposibles entre un caballero y una dama de distinta religión situandola en un sitio de nefasto nombre:

 

el arroyo de la degollada o la muerte alimentada por el odio religioso.

 .

"En la Edad Media en los que la Ciudad Imperial de Toledo era capital y cruce de culturas muchos eran los viajeros que llegaban a la ciudad en busca de conocimientos que en ningún otro lugar podían ser aprendidos.

 

Éste era el caso de un joven estudiante que llegó a Toledo en busca del conocimiento que en su tierra natal era incapaz de alcanzar. Pero pagarse los estudios era tan caro que se vio obligado a vivir en una de las miles de cuevas que llenan la ciudad. Y gracias a un convento podía procurarse el alimento diario.

 

El primer día se encaminó a la barca que cruzaba de orilla a orilla del Tajo. Iba ilusionado porque por fin podría cumplir su sueño.

 

Pero el destino como siempre caprichoso tenía otros planes para él.

 

Resultó que la persona que se encargaba de llevar la barca de un lado a otro de la orilla era una hermosa judía que se llamaba María.

 

En cuanto la vio se quedó totalmente prendado de sus ojos y de sus ademanes. Cada día que pasaba se sentía más y más enamorado. Pero era bien consciente del riesgo para ambos. Él era cristiano y ella judía. jamás sería aceptada su relación.

 

Para alegría del joven estudiante su amor era correspondido por la hermosa judía. Y ambos presos de un profundo amor planearon la manera de estar juntos.

 

María se escapó de casa de su padre un rico comerciante Judío

 

Al día siguiente y no sin esfuerzos lograron encontrar a un sacerdote que convirtiera a la bella judía al cristianismo para poder casarse con el amor de su vida. Y así lo hicieron.

 

María abrazó la religión cristiana y ambos se fueron a vivir a las afueras de Toledo. Se hicieron una pequeña casa con sus propias manos y plantaron un hermoso jardín de rosas ya que eran las flores favoritas de ella.

 

Tras unos meses sin recibir noticias de la familia de María sintieron que verdaderamente podrían vivir su amor para siempre.

 

Un día como otro cualquiera el estudiante besó a su amada y se fue a Toledo.

 

Al caer la noche regresó feliz a su casa con una flor entre las manos. Pero no pudo encontrar a María La flor resbaló de sus manos y la desesperación llegó a su rostro. La buscó por todos los rincones de la casa y del jardín. Se asomó a los barrancos y la llamó. Pero no hubo respuesta.

 

Desesperado fue a la pequeña capilla que habían construido para compartir su fe. Y allí tampoco estaba. Se arrodilló ante el crucifijo que él mismo había fabricado para rezar pidiendo ayuda para encontrarla. Pero su corazón pegó un vuelco.

 

Allí tiradas en el suelo estaban unas rosas y una de las zapatillas de María.

 

El estudiante totalmente desesperado se adentró en la oscura noche toledana llamando a su amor a pleno grito. Pero no hubo respuesta.

 

Anduvo sin rumbo hasta que rendido se quedó dormido.

 

Al amanecer se despertó e inmediatamente recordó lo sucedido. Se levantó para seguir buscándola. Pero se detuvo en seco. Cerca de la orilla había sangre derramada. Desesperado y aterrado volvió a llamar a su amada. Pero seguía sin obtener respuesta. Hasta que siguiendo el rastro de sangre más adelante en la orilla y junto a un barranco encontró la cabeza de su amada.

 

Totalmente descompuesto lloró su muerte y denunció el hecho. El padre de María fue ajusticiado en la horca al cabo de tres días. Pero nada volvería a ser igual para el estudiante. Hay quien dice que aun habita en la capilla que juntos construyeron cerca del sitio llamado "El Salto del fraile". También dicen que en algunas noches aún se ve de vagar al estudiante llorando por su amada. 

 

Desde entonces donde la leyenda dice que fue encontrada la cabeza de María al barranco se le conoce como "El barranco de la degollada".