Las casas de Toledo ofrecen un aspecto solemne perdido en el tiempo:
Las fachadas tienen pocas ventanas, y éstas se hallan enrejadas.
Las puertas, con sus pilares de piedra granito azulada, coronan con bolas sus remates y tienen un aspecto de solidez grande, al que contribuyen los clavos enormes cuyas cabezas forman relieve en las puertas.
Los patios de las casas amplios y suntuosos nos muestran la esencia de las casas construidas en torno a ellos, proporcionan luz y ventilación aislando los pisos del bullicio de la calle, y proporcionan un lugar excelente para la reunión de los vecinos, también muchos de ellos cuentan con fuentes, pilas, aljibes y pozos antaño tan necesarios para obtener el agua, algunos de ellos de exquisita realización.
Estos palacios tienen algo a la vez de convento, de cárcel, de fortaleza y de harén.
Hay que tener en cuenta que romanos, visigodos, judíos, árabes y cristianos pasaron por allí.
Fuente: Viaje por España Teófilo Gautier (1840)